"Es muy triste que paguemos los abortos con nuestros impuestos"
ENTREVISTA AL DR. AURELIO GARCÍA ELORRIO
Publicada en LaVoz.com
Por Sergio Carreras - 24/08/2024
Uno de los fundadores del partido Encuentro Vecinal continúa con esta lucha personal y política, que empezó desde el Portal de Belén. Sus denuncias contra el cordobesismo. Sus 42 años de matrimonio.
–¿Para qué le sirvió a Córdoba el partido que creaste hace 14 años?
–Encuentro Vecinal fue creado por muchas personas a partir de 2010. Desde 2011, tuvo presencia en la Legislatura hasta hoy, y ha trabajado mucho en el control del poder en una provincia donde todos los organismos de control están dañados o son inexistentes.
–¿Qué presencia tienen hoy?
–Seguimos creciendo. Gobernamos en coalición una ciudad importante como La Calera. Estamos también en la jefatura de varias comunas, tenemos concejales y tribunos de cuentas en el interior. Queremos duplicar eso en la próxima elección provincial.
–¿Qué los define mejor? ¿Decir que son de derecha o conservadores?
–No somos derecha ni izquierda. Tenemos como norte la agenda de los débiles. Las víctimas del narcotráfico, las víctimas del aborto, y de toda violencia contra la mujer. Las víctimas de la corrupción que siempre perjudica más a los vulnerables. Seguimos la agenda de los débiles, ya que los poderosos se cuidan solos, como dice nuestro legislador Rodrigo Agrelo.
- ¿Son un partido religioso?
–Eso es una cuestión subjetiva que depende de cada militante. Cada uno sabe en su interior por qué hace o no hace algo. En mi caso absolutamente personal, ha influido muchísimo una encíclica del papa Juan Pablo II sobre el evangelio de la vida (1993), en la que pone en claro cuál es la agenda que necesitan los débiles.
–¿De dónde vienen sus votos?
–Creo que fue precisamente La Voz que hizo un estudio que reveló que el 60% de nuestros votantes eran contrarios al aborto, y el 40% restante era proclive a aceptarlo, lo cual creo demuestra que nos votan para que hagamos control de poder.
–¿Qué otros puntos comparte ese electorado?
–Quizá le gusta que incomodemos cuando haya que hacerlo, pero ahora tendremos que convencerlos de que también sabemos gobernar.
–La irrupción de Milei, de derecha y con referentes antiabortistas, ¿les genera una mejor perspectiva?
–Milei no tiene la agenda de los débiles, las medidas que ha tomado sin anestesia están terminando de destruir el tejido social del país, un proceso que lleva décadas. Espero que se dé cuenta y tienda lazos con la sociedad. Quiero que tenga éxito, pero a nadie escapa que, así como va y se comporta, no va a tenerlo.
–¿Tu familia y tus amigos te votan?
–Espero que sí. Mi familia sí. Mis amigos que piensan como yo supongo que me votan, pero tengo muy buenos amigos que no piensan como yo y votan sus propias opciones.
–¿Quiénes son los referentes actuales del partido, además de vos?
–Hay muchos. María Rosa Marcone, nuestra actual presidente, y Juancito Sileone, de Arroyito, entre los más grandes. Después viene una generación intermedia de muchos militantes de primer orden que ya ocupan cargos importantes. Fernando Rambaldi y Rodrigo Agrelo son los representantes más visibles de ese grupo etario, pero son realmente muchos y muchas.
- ¿Qué hacías antes de dar el salto a la política?
–Ejercí 45 años la abogacía. Fui 45 años docente universitario. Fui presidente del Portal de Belén por 21 años y renuncié para ser legislador provincial.
–Entiendo que te has jubilado. ¿También te estás alejando de la política?
–Sí, me he jubilado como docente universitario y como abogado. Eso me permite dedicarme de lleno a la política. Soy vicepresidente del partido y tengo a cargo el trabajo de crecimiento territorial. Pero quiero volver a ejercer la abogacía. Hay muchas personas vulnerables para ayudar. Tengo un tío que a los 90 años sigue trabajando como médico, eso me sirve de ejemplo y estímulo.
–¿Cuántos años llevás casado?
–42.
–¿Con tu primera novia?
–No fue mi primera novia. La duración de mi matrimonio tiene más que ver con la protección divina que le dio paciencia a mi esposa. Con ayuda, todos los vínculos se pueden sanar.
- ¿Qué te dejó tu paso por el Liceo Militar?
–Me ayudó mucho. Había perdido mi padre a los 7 años y me sobreprotegieron muchas personas muy buenas. El Liceo en régimen de internado a los 13 años puso las cosas en su lugar. Hice muchos y buenos amigos para toda la vida.
–Muchos políticos pasaron por el Liceo. ¿Quiénes fueron tus compañeros?
–Pertenecí a la camada XXIII. El abanderado fue ingeniero civil y medalla de oro de la Universidad Nacional de Córdoba, luego sacerdote y obispo: Marcelo Cuenca. El primer escolta, Omar Castillo, murió en las Malvinas como oficial piloto de la Fuerza Aérea en el ataque al portaviones Invencible. El segundo escolta fue un importante académico en derecho de Tucumán, Miguel Marcotulio. También el general César Milani, quien comandó el Ejército Argentino.
–¿Cuál es la enseñanza más importante que vas a dejar a tus hijos?
- Me queda mucho por hacer y mucho por cambiar y mejorar. Esa es una pregunta para responder en la serenidad del adiós.
–¿Probaste drogas ilegales alguna vez?
–Nunca, pero entiendo el dolor de las personas que sufren adicciones y el dolor de esas familias. He dedicado parte de mi vida a advertir lo que nos podía pasar y sigo trabajando en un proyecto político para garantizar que los jóvenes puedan tener un proyecto de vida, ya que, sin ello, es muy difícil enfrentar la codicia del narcotráfico.
- ¿Tuviste alguna experiencia mística?
–Creo que todos, de una forma u otra, consciente o inconscientemente, recibimos apoyos especiales para enfrentar las dificultades de nuestra vida. Cada uno sabrá a qué atribuir esas ayudas especiales que recibe nuestro espíritu. Nuestras vidas humanas son los suficientemente difíciles para afrontarlas en soledad. Un dolor acompañado se atempera.
–Participaste de varias denuncias de corrupción contra el Schiarettismo. ¿Qué pasó con esas denuncias?
–El hotel de Anzenuza que debía costar U$S 7 millones y costó 44 millones. El Camino del Cuadrado que deberá ser arreglado eternamente porque cambiaron la traza y lo llevaron por una falla geológica de la piedra. Las licitaciones para el cobro de los impuestos y los gasoductos troncales son las denuncias más impactantes. Todas están activas. Anzenuza está tramitándose en Washington, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las demás están en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Lamentablemente, el poder político ha colonizado una parte del Poder Judicial, pero eso tiene arreglo. Hay que luchar mucho.
–¿Cómo ves la supervivencia del fuero Anticorrupción de Córdoba?
–Algún día los cordobeses sabrán lo que pasó con las investigaciones del poder. Cuando un nuevo poder político sano y patriota llegue, habrá que ir por varios tribunales provinciales a resucitar causas e investigaciones. Ahí se verá cómo trabajaron realmente. No pierdo la esperanza de verlo personalmente.
–Dos aliados tuyos que participaron en aquellas denuncias, Juan Pablo Quinteros y Liliana Montero, se pasaron al cordobesismo que habían denunciado.
–Estoy confiado que donde estén ellos, si no los engañan, las cosas se harán bien.
- Con ellos creaste una asociación, Asoma. ¿Está activa?
–Sigue activa. Ahora la presido yo, y seguiremos trabajando. Nuestro próximo desafío es la verdad sobre el Neonatal. No conocemos a la enfermera presa, pero sí conocimos al gobierno anterior, y de lo que pudieron ser capaces de hacer en 2023, un año electoral.
–¿Seguís insistiendo en la Justicia por la derogación del aborto?
–9.500 niños no nacidos fueron abortados en los hospitales públicos provinciales y municipales de nuestra Provincia en el año 2023. No sabremos nunca cuántos en la medicina privada. Los abortos de la medicina pública los pagamos todos con nuestros impuestos. Eso es muy triste. Muchos de esos abortos se hubieran evitado si no se les hubiera sugerido el aborto a sus madres. Si en vez de ofrecerle el aborto el Estado hubiera hecho algo por ayudar a esas madres... El 10% de esos abortos fueron sobre embarazos avanzados luego de las 14 semanas. El presidente Fernández, que presentó la ley del aborto en el Congreso para proteger a las mujeres junto con su ministro de salud, González García, tienen algunas dificultades para caminar por nuestras calles. Todo engaño siempre sale a la luz. La verdad sobre las intenciones tiene sus propios caminos.
–¿Qué aprendiste en la pandemia?
–Que el ser humano en general y nuestro pueblo en particular tienen una fortaleza enorme para defender la especie.
–¿Cuál es el sentido de la vida?
–Me parece entreverlo y ya es tiempo de que lo vea. Algo así como vivir cada instante como si fuera el más importante, conectando con la realidad y sirviendo a nuestros hermanos. El pasado ya fue y el futuro es incierto. Atarnos al presente como el más importante momento de nuestra vida. Tantas cosas se nos escapan de las manos por mirar atrás o adelante, y no el ahora. Entreveo que puede ser esto, pero estoy muy distante de vivirlo.
Lector de la historia argentina
Aurelio García Elorrio tiene 70 años, está casado, tiene tres hijos y ya cuenta que son cinco sus nietos: “Tres nacidos y dos mellizas a punto de nacer”. Aunque hace poco se ha jubilado de la abogacía y de la docencia universitaria, sigue militando en su partido, continúa luchando en la causa contra el aborto (a la que le ha dedicado sus últimas décadas) y también mantiene vivas varias denuncias contra políticos y magistrados provinciales. Le gusta leer mucho sobre historia argentina y actualmente está releyendo las Memorias del general Tomás Iriarte.
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