UN POLÍTICO COMPETENTE Y HONESTO
Por Mario Meneghini
En una época donde se encuentra tan desprestigiada la política, conviene insistir en la necesidad de la misma, en toda sociedad civilizada, como la actividad destinada a seleccionar a los dirigentes que deberán ejercer las funciones gubernamentales. Los ciudadanos, de acuerdo a sus preferencias, optarán por quienes los representen mejor, procurando apoyar a los más capacitados y honestos.
La política es una vocación, pero, como advertía Aristóteles: En todas las ciencias y artes el fin es un bien; por lo tanto, el mayor y más excelente será el de la suprema entre todas, y esta es la disciplina política; y el bien político es la justicia, que consiste en lo conveniente para la comunidad.
Agregaba después: siempre que un individuo sea mejor en virtud y en capacidad para realizar las mejores acciones, será bueno seguirlo y obedeceré; pero debe tener no sólo virtud, sino capacidad de ejecución. (1)
Mucho más cerca en el tiempo, la última encíclica social, del 2020, resume la doctrina de la Iglesia: “Una vez más convoco a rehabilitar la política, que es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común”. (2)
Un artículo de la fecha (3), escrito por el periodista Roberto Battaglino, nos ayuda a fijarnos en uno de los buenos políticos de nuestra provincia, fundador de un partido y varias veces legislador, destacado por su conducta intachable, y que se expresa con precisión y valentía en defensa del interés público.
Y mientras las miradas se posan en la Corte y la renovación parcial de esta en la era Milei, el Tribunal Superior de Justicia fue apuntado en las últimas horas por una denuncia del líder de Encuentro Vecinal Córdoba, Aurelio García Elorrio, quien dice haber tomado conocimiento de un pedido millonario de coima por parte de altos funcionarios judiciales a Schiaretti para que el TSJ frenara la investigación del caso Odebrecht y la contratación de los gasoductos troncales en la provincia.
El exlegislador alude a una votación en la cual el Tribunal Superior denegó a la asociación civil Asoma la posibilidad de ser querellante y, de este modo, que avanzaran en Córdoba las causas vinculadas con aquel mega escándalo regional de la firma brasileña.
No son casuales, tampoco, las alusiones de García Elorrio, porque al reflotar Asoma, recuerda el trío que compartía con sus pares Liliana Montero y Juan Pablo Quinteros, quienes pasaron de denunciantes de corrupción a ministros de la actual gestión provincial.
1) Aristóteles. “Política”; Centro de Estudios Constitucionales, 1983, pp. 90 y 116.
2) Francisco. “Fratelli tuti”; p. 180.
3) ”Llaryora avala a Lijo con claves hacia la política cordobesa”; La Voz, 23-8-2024.
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